¿El aprendizaje es algo tan absolutamente trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
No, si se parte de la concepción de que el aprendizaje no es extraer datos de la realidad hacia el interior del individuo, sino que, constituye una apropiación de la realidad que el sujeto hace suyo; provocando la transformación de sí mismo.
No, si se parte de la concepción de que el aprendizaje no es extraer datos de la realidad hacia el interior del individuo, sino que, constituye una apropiación de la realidad que el sujeto hace suyo; provocando la transformación de sí mismo.
Por lo anterior, difícilmente se puede observar y medir con simples preguntas de determinados contenidos; ya que los resultados son muy subjetivos pretendiendo evaluar de manera significativa lo adquirido a través del proceso enseñanza-aprendizaje, pudiéndose emplear otras técnicas en donde se puede evaluar aspectos que adquiere desarrollar los programas.
Lo que sí se puede obtener (si se pretende conocer el grado de aprendizaje que adquiere un individuo), son productos de aprendizaje, en los cuales se puedan observar las habilidades, actitudes y valores que proporcionan un cambio en la estructura del comportamiento individual.
Al analizar la relación que existe entre los diferentes tipos de aprendizaje con un enfoque en una educación a través de competencias; se puede decir, que el aprendizaje significativo genera la apropiación del conocimiento, en tanto que, un aprendizaje situado esquematiza el proceso a través del cual se llegará a la concepción del mismo.
Como profesionales que somos y formamos parte de la educación, nuestra función primordial e importancia radica en ser capaces de observar y valorar las transformaciones significativas en nuestros alumnos, que puedamos conducirlos a lograr sus objetivos y establecer su proyecto de vida, todo gracias a la construcción del aprendizaje y desarrollo de competencias.